MINDFULLNESS Y COACHING ONTOLOGICO Y ORGANIZACIONAL.

MINDFULLNESS Y COACHING ONTOLOGICO Y ORGANIZACIONAL.

En la búsqueda de respuestas, de un descanso de la vorágine que nos imponen o nos imponemos, el aporte de ambas disciplinas: mindfullness y coaching ontológico y su aplicación conjunta resulta de gran utilidad para acompañar al coachee en procesos de cambios personales así como en la implementacion de nuevas formas de trabajo más efectivas.

El cultivar una práctica milenaria llevada a cabo por la cultura oriental como es la de asistir y atender de forma consciente a nuestro momento presente genera grandes beneficios en nuestro dominio laboral, profesional y personal.

Literalmente, en el caso de ‘mindfulness’ lo que mejor responde a su traducción es la de “atención plena” y “conciencia plena”, aunque las investigaciones, diversos estudios y número creciente de publicaciones en los últimos años, al día de hoy, también nos permitan contar con una evolución en lo que a su significado se refiere.

Por ende, la relación existente entre una y otra práctica es una realidad, cuanto menos, susceptible de ser medida dada la eficacia y eficiencia con que una es capaz de influir y repercutir tan positivamente en la otra.

Los fundamentos se centran en dos ámbitos fundamentales:

-El personal: por los efectos tan directos e inmediatos que progresivamente producen en nuestro bienestar y equilibrio emocional y, por tanto, en nuestro entorno y algo mucho más importante en nosotros mismos, generando una escucha empatica y conversaciones más atentas y emocionalmente. positivas.

- El laboral/ profesional: cuando nuestra atención es plena, presente y consciente, estamos totalmente atentos a lo que hacemos y a nuestras conversaciones y escucha, siendo más efectivos y pro activos en las relaciones profesionales, comerciales y laborales. mera cuestión de atención y concentración.

Uno de los objetivos que persigue abiertamente la práctica de mindfulness es “calmar la mente” justamente porque se apunta al hecho de que habitualmente, ella no se encuentra en un estado de serenidad sino más bien de agitación o de continuo diálogo interno, que frecuentemente tiende a evadirnos del momento presente y, por tanto, a impedirnos la videncia de la realidad que nos está aconteciendo en cada instante.

En este sentido, lo cierto es que el coaching ayuda a clarificar y poner en su lugar las emociones, juicios y creencias que nos impiden ser quienes queremos ser, ser otros observadores de la realidad para ir hacia el hacer en pos de nuestra visión.

Sería un error por mi parte si en todo lo mencionado hasta el momento no incluyese e hiciese alusión alguna a uno de los ejemplos más evidentes y descriptivos con que contamos actualmente gracias a la labor desempeñada por Eckhart Tolle en el desarrollo explicativo de su trabajo a través de “El poder del ahora” en lo que a nuestro aquí y ahora se refiere.

En cualquiera de los casos, hablamos de calma mental, de centrarnos en el momento presente, de concentrar y estabilizar nuestro foco de atención, con claridad e incrementando su potencia e intensidad.

Es decir, lo que podría definirse como el aprendizaje inicial en el arte de la meditación y, por ende, de nuestra destreza y dominio para ver con claridad, para que todo se torne transparente y curiosamente para que nuestro ser, observar y hacer cobren sentido.

De algún modo, hablamos de descubrir lo que debería ser una costumbre habitual en el desarrollo y evolución de nuestra forma de vivir: aprender a escucharnos para lograr "aquietar la mente".

La práctica de mindfulness estimula el desarrollo de una regulación emocional mediante la que actuar proactivamente, a través de la observación y el entendimiento inteligente donde las reacciones inmediatas, impulsivas, inconscientes y, más aún, instintivas tienen cabida cero.

Es decir, todo aquello que se asemeja a percibir, generar, comprender, escuchar, conversar, emocionar y hace a nuestro crecimiento emocional e intelectual, desde un punto de vista del coaching y, más aún, desde una perspectiva ofrecida por el empleo de la inteligencia emocional, a través de cinco aspectos.esenciales y existentes, que tenemos de la mano de Daniel Goleman: -autoconocimiento. -autorregulación. -automotivación. -empatía -habilidades sociales.

Desde la quietud de nuestra mente logramos con la ayuda del coaching, una presencia en el aquí y ahora, estar conectado conectados con nosotros mismos y con los demás y desde ahí lograr los resultados que queremos.